sábado, setiembre 29, 2007

Casa de la cascada

Ésta es una mis construcciones preferidas. Comulga con el entorno sutil y naturalmente. Perdida entre los arbustos, las rocas y el rumor de la cascada, sorprende a quien la descubre por suspenderse encima del arroyo con prominentes voladizos y terrazas. Las dos plantas horizontales se iluminan a través de ventanales que eliminan la separación entre las habitaciones y las terrazas. Tal es la armonía con el entorno que, en la cara norte de la casa, la opuesta a la que “vuela” sobre el arroyo, hay una serie de pérgolas. A este sitio se le conoce como el “bosque de la casa”. Dos pérgolas describen un arco que esquiva el tronco de dos árboles. Las sombras que proyectan las pérgolas se asemejan a las de los troncos, efecto que hace que la sombra de la casa se difumine en las de los árboles.
Esta joyita arquitectónica corresponde a Frank Lloyd Wright, quien recibe el encargo de hacer esta obra en 1935 por Edgar Kaufmann, director de una gran empresa comercial de Pittsburg. Está situada en Bear Run, Pensilvania, Estados Unidos.

sábado, setiembre 22, 2007

Nuevos aires

Montevideo, serena, empieza a cubrir sus ramas con pigmentos nuevos. Hoy, el escándalo de un grupo de pájaros me despertó con la placentera sensación de lo nuevo, mientras las pinceladas coloridas borran las grises y esqueléticas ramas de la ciudad.

En todos y en ningún lado

En el frente de una casa en alquiler (ahora en venta), al lado del preparatorio PRE/U, dormía una familia. La madre, que no pasa los veintitrés años, cargaba un bebé en brazos, mientras rezongaba a otros dos enanos para que no se vayan a la vereda. Colgaba la ropa de una de las columnas de la fachada de la casa a un árbol. Estuvieron unos días, luego se mudaron enfrente, al Parque Batlle. El padre, que debe de tener dos o tres años más que el chico que salía del preparatorio y volvía a su casa en auto, cuidaba los autos.
Ayer ya no estaban.

miércoles, setiembre 12, 2007

Paréntesis

Hay dos tipos de personas que desprecio:
-Los que tiran sus desperdicios en cualquier lugar público que no sea su espacio privado.
-Los egoístas empedernidos.
Los primeros pertenecen a la misma lacra que los segundos. “Eh, mugriento, levanta el envoltorio que tiraste”, me contengo. “Se te calló el envoltorio”, termino avisando, fuerte, para que todo el que pase cerca se entere y, tal vez, sienta cierta vergüenza.
Los egoístas empedernidos, con su mentalidad limitada y distorsionada, piensan que toda intensión nace del beneficio de obtener algo. Piensan y actúan pisoteando a cualquiera que tengan al lado para llegar primero. El ser humano conlleva ciertos grados de egoísmo, por eso, es utópico pensar, en el otro extremo, que puedan existir comunas hippies o comunistas. Aunque en el afecto es distinto, nadie es propiedad de nadie, uno elige voluntariamente pertenecer a otra persona. Por eso, discusión eterna que tengo con una amiga que adoro, engañar a esa persona sería despreciarse a uno mismo. Pero, volvamos a las basuras que revolcaré en su propia podredumbre si vuelvo siquiera a oler su putrefacción cerca de alguien que quiero.


P.d.: ¿Dónde están las bolsas naranjas? Compré un basurero para los residuos reciclables, pero ni él, ni los basureros de los escritorios tienen bolsas naranjas. Las dos últimas veces que fui al supermercado, pedí y no tenían.

martes, setiembre 11, 2007

Las razas y las culturas

Una de las mejores representaciones de las razas, es de Jorge González Camarena, de la segunda generación de muralistas mexicanos. Forma parte del mural que se encuentra en el hall de la Casa de Arte, Universidad de Concepción, Chile, 1964-1965.

Trauma post corte

Frases comunes de quienes sufren el trauma post corte:
“¡Me asesinó!, es la última vez que piso esa peluquería”
“¡Horrible, horrible, me rapó!” y se toca el pelo despuntado para confirmar el desastre.
“Marica de…”, si es hombre. Peluquero que no sea gay, es una rareza y como son expresiones repetidas, se excluyen.
“Menopausica de…” si es mujer.

Mecanismos de camuflaje:
Cola, media cola, moño y peluca.

Instrumentos:
Gomas, horquillas, vinchas, gorros y extensiones del gato o cualquier animal que prefiera.

sábado, setiembre 08, 2007

Sin maldad y con pasaje

Noche, parada de ómnibus, Bvar. Artigas.
“¿Va a tomarse un Cutcsa?”, la pregunta vino de un hombre que debería tener cincuenta, pero aparentaba más por el aspecto sucio: barba canosa, pantalones roídos y remera desgastada. Quería venderme un pasaje de Cupsa. Me lo mostró y dijo que se lo acabó de dar una señora. “Tengo hambre y quiero volver a mi casa”, afirmó. Estábamos al lado de una panadería. Le pregunté si no prefreía que le compre algo ahí. Pero no. “El boleto vale $15, 50”, me aclaró. Me enseñó una vía que le colgaba del huesudo brazo y contó que venía del Clínicas. Abrió el puño cerrado dejando al descubierto su tesoro: menos de seis monedas que le habían dado las enfermeras. Yo llevaba 200 pesos. Traté de hacer cambio en la verdulería, pero sólo me dieron dos billetes de 100.

Hay dos cosas que me quedaron grabadas de ese hombre: una, cuando me dijo que no tenía maldad y se le traslucía en la mirada, y la otra, cuando me sonrió alegre y saludó con el brazo extendido al ver que le había dado un poco más del valor del pasaje. El chofer me dio el cambio.

P.d.: La tomé de topocho.

martes, setiembre 04, 2007

Final de la discordia

Fuentes allegadas al vecindario informaron que la gallineta que osaba robarle la comida a la can Josefina se encontró muerta el pasado sábado en el jardín del vecino. La principal sospechosa se revuelca, indiferente, en el pasto, cerca del tarro de comida. Tal es la indiferencia que Ester, afirma, enojada, que la niña Josefina se va con el novio vagabundo y regresa mugrienta.

CAPUT. Esta vez la gallineta no le dio tiempo de remontar vuelo. El sindicato de gusanos se congregaron para darle el último adiós en el baldío sepulcral, a una cuadra del brutal crimen. Churrinches, benteveos, moscas, abejas, cascarudos, hormigas y ratas, consternados ante el asesinato, planean levantar quejas ante las autoridades pertinentes por la ola de crímenes cometidos en los últimos meses .

Sonidos

Unos, pensaron que era un nuevo timbre de celular, otros, creyeron, en un soplo alucinógeno, que era un tren ,y hasta hubo quienes lo confundieron con la banda sonora de un western. Pero no, todos estábamos equivocados. Reímos como si fuera una travesura infantil, que ese extraño sonido se colara entre la solemne disertación de apelaciones y casaciones.
Era el viento.


P.d.: Hoy las paredes incomodan y la comida se traga. Hoy me desperté en una mañana veraniega de Punta del Este. Hoy me resigno ante la indiferencia.