Hay un sonido que detesto sobre todos. Es seco, repetitivo y monótono, logra cambiar mi estado de ánimo, me trasforma, saca todo lo malo de mí. Aunque me rebele y lo destruya, el cretino retoma su sonido aturdidor a los 10 minutos.
Consejo: Para no romperlo conviene ponerlo a una distancia prudente de la cama, así también te obliga a levantarte. Aunque después te vuelvas a acostar.
martes, setiembre 26, 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario