Resulta imposible mantenerse callada ante tanta degradación. En la vida se debe denunciar los atropellos como el que comete la lengua castellana al adjudica sólo una sílaba a algo tan importante como son los pies. Los asfixiamos, los apretujamos dentro de los límites de un 37/38, dependiendo de la horma, sostienen nuestra masa corporal y soportan las inclemencias de los zapatos. Debería tener un nombre más rimbombante como piesioloxia o soportalina, tal vez no sean los mejores, pero tienen más sílabas, aunque lo bueno viene en frasco chiquito, mido 1,61. Hay que mimar a los pies, masajearlos y dejarlos que caminen por la vida, que conozcan lo malo y lo placentero de los pisos. Desde mi 1,61 clamo justicia y clemencia para los sacrificados pies.
miércoles, marzo 28, 2007
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2 comentarios:
161 es capicúa; y tú, alta.
Yo pensé que eras más alta. Pero bien, así como la tele cambia la figura, quién dice. Los blogs te pueden enaltecer.
No hay problema, probá con los zapatos de taco de las Spice Girls.
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