
El espectáculo lo dieron, el martes, dos ballenas francas australes en las playas de la mansa. Mi padre me despierta a las 8 de la mañana con un beso y me avisa que hay dos ballenas en la parada donde vivimos.

Este año sólo había visto unas pocas en agosto y septiembre, siempre de a dos, bueno a veces hay más.
Las “exhibicionistas”-según las llama mi abuela- buscan estas aguas calientes y tranquilas para reproducirse.
La industria de la zona en el S XIX y a principios del

1 comentario:
Brillante adjetivadora, la abuela.
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