La noche está tan linda, camino, camino, y de repente, me encuentro buscando la luna. Dos años atrás me reía de un amigo que me decía que mirar la luna le traía recuerdos. Loco, pensaba, y ahora los perfumes me intoxican. Nunca entendí por qué se le dedicó tanta tinta a una pelota blanca machucada. La miro, y entiendo el encanto, y me miro, y no me reconozco.
P.D.: Las manchas verdes me invaden. Bunas noches, Hulk en persona.
lunes, junio 04, 2007
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