Frases comunes de quienes sufren el trauma post corte:
“¡Me asesinó!, es la última vez que piso esa peluquería”
“¡Horrible, horrible, me rapó!” y se toca el pelo despuntado para confirmar el desastre.
“Marica de…”, si es hombre. Peluquero que no sea gay, es una rareza y como son expresiones repetidas, se excluyen.
“Menopausica de…” si es mujer.
Mecanismos de camuflaje:
Cola, media cola, moño y peluca.
Instrumentos:
Gomas, horquillas, vinchas, gorros y extensiones del gato o cualquier animal que prefiera.
martes, setiembre 11, 2007
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3 comentarios:
Siempre el pobre peluquero se liga la culpa de nuestra necesidad de rebeldía "melenesca". Y todo depende también de quién nos corte y en qué momento.
Para no arrepentirse, lo más fácil es "Recorte las puntas, por favor". Viva la inovación, el cambio de look ;)
Extensiones de gato, como que me da un asquete.
Y qué me dices del complejo con el que camina aquel a quien le acaban de cortar el pelo. Se marca en la cara: cara de hoymehecortadoelpelo.
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