miércoles, julio 02, 2008

Paseo por las Grutas de Salamanca








Un paisaje serrano y tranquilo, donde impera la naturaleza, se disfruta en Aiguá, al norte de Maldonado. Ya desde la ruta interbalnearia- la 39- la mirada se pierde en las sierras que se juntan en el horizonte.
En Aiguá se realiza la tradicional Fiesta del Jabalí, en la que los aficionados de la caza desafían a la suerte. Es común ver pieles de jabalíes, que se muestran como trofeos, colgando en alambrados sobre las carreteras.
Por la ruta 13, de balasto, en el kilómetro 188, se encuentran las Grutas de Salamanca. Una angosta senda de piedra, a través de una galería de helechos y arbustos silvestres, guiará hasta la cima, desde donde se divisa la inmensidad del valle. Las grutas, producto de la erosión subterránea, están rodeadas de árboles como la envira, el canelón, la aruera, la caroba, el guayabo, la coronilla y hasta el limonero; y entre los animales que la pueblan hay mulitas, guazubirás, zorros, tatúes y liebres. Dentro de la gruta se oyen los estridentes sonidos de los murciélagos. La especie Desmodus Rotundus o vampiro común es la principal habitante de las grutas. Este murciélago, robusto, se caracteriza por tener los incisivos superiores más grandes y afilados.
A través de las grietas de las grutas impregnadas de moho, se filtra agua limpia y transparente. La mayor parte de las grutas abarca un área superior a los mil metros cuadrados y está asociada a la legendaria trayectoria de un bandido llamado Lemos.
Según cuenta la leyenda, el matrero escondía los botines de los saqueos de estancias en las grutas. Se dice que al fondo de la cueva principal - llamada "El Salón"– y sobre la derecha, era la guarida de Lemos, con paredes socavadas en pequeños nichos naturales, morada de numerosas colonias de murciélagos. El matrero quedó herido en el último enfrentamiento con la autoridad. Se desconoce el final que tuvo su vida, aunque sigue viva la creencia popular de que el tesoro de Lemos se encuentra allí, intacto, protegido por la vegetación enmarañada de Salamanca.
Quienes quieran disfrutar más de una jornada en la gruta, tienen un espacio para acampar, un parador y baños.

Cenas teorizadas


El destino como certeza de su inexistencia determinante, se despliega con una serie de posibilidades. Las personas que Dios va presentándonos y las situaciones en que nos encontramos inmersos, ayuda a desarrollarnos mejor como seres humanos. Teoría para ti Julio Denis.

miércoles, junio 11, 2008

Textos que esperan ser leídos

Llamadas que derivan en otras llamadas. Contactos. Horas y encuentros; diálogos y respuestas con un té o café de por medio. A veces, se golpea la puerta a desconocidos y se recorre lugares. Se esperan ómnibus que vayan al este, otros para el norte y, ahora para el oeste, aunque llueva, este ventoso o el sol acompañe. Conversaciones que permanecen durante un tiempo en la memoria, y que estructuradas forman un texto.

Recuerdos de impotencia

Un niño, que llega hasta los dos primeros estantes del mostrador, toca extasiado los juguetes. Las manitos sucias acarician las orejas de un peluche y presionan los botones de un juego; él indiferente a las miradas de los que lo rodean. El guardia de seguridad lo echa de la juguetería, y el niño vuelve a entrar derechito a los juguetes. El guardia, de unos veinte años, con las manos esqueléticas saca al niño, que luego de un minuto vuelve a entrar. Yo, parada en la fila para pagar, miro tonta e inútil; no hago nada. Hay imágenes que no se olvidan.

miércoles, junio 04, 2008

El final de un principio




“Los sucesos de aquellos días quedaron impregnados en la memoria de los espectadores, que emocionados reviven con la misma mirada inocente el episodio de la batalla naval, que hizo vibrar la península del este con los cañonazos. El hundimiento del acorazado alemán de bolsillo, el Graf Spee, en el puerto de Montevideo, ante la mirada incrédula del público, fue un espectáculo mejor que cualquier película de guerra o relato de los periódicos durante la Segunda Guerra Mundial. La batalla naval de los buques ingleses contra el alemán frente a las costas fernandinas permanece latente en los pobladores sobrevivientes que escriben la historia de este espectáculo bélico."

Este es el final del reportaje que acabo de terminar. Siento este placer inconmensurable cada vez que termino una texto: la ducha parece más refrescante y la comida más rica. Mañana leeré desde el comienzo hasta este último párrafo y, tal vez, modifique varias palabras, eliminé subordinadas y corrija puntuación, pero ahora no; ahora voy a dormir.