Esta noche se escribe en portugués. Leo cuentos de Murilo Rubião, cuentos donde los extranjeros los encierran por hacer preguntas, donde los muertos no mueren y donde los vivos padecen por culpa de sus antepasados. Y sin poseer una cultura milenaria, me dejo llevar por su Alexandre Saldaña Ribeiro, su Simplício Santana de Alvarenga y su dudoso don José, en un regocijo fácil como un hambriento que le dan de comer. Al azar dejo una emisora y, luego de un rato, empieza a sonar música brasilera, no la fiestera, sino la tranquila, la que las voces suaves parecen decir cosas lindas. Sí, esta noche parece programada para ser escrita en portugués, en silencio y sin palabras, sólo con acento.
P.d.: Busco imágenes de una noche estrellada como la de hoy y sólo sale la pintura de Van Gogh.
domingo, agosto 12, 2007
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3 comentarios:
Irónico. Esa pintura la hizo a poco de ser internado en un psiquiátrico.
Ja. Seguro que me deben de estar esperando en ese psiquiátrico.
A vos, Agustina Brum, Raquel... y la lista sigue.
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