miércoles, setiembre 27, 2006

Walter

_Que tenga un buen día, me dice cada mañana Walter, el portero del edificio donde vivo. El día no comienza hasta que no escucho esas cinco palabras. Walter es un caso. El hombre está cerca de los setenta años, tiene la piel curtida, una panza que sobresale de su pequeño cuerpo y nunca tutea. Si le regalo flores o alguna fruta, se pone nervioso. Me gusta hablar con él, aunque no pasa del clima, alguna acción del gobierno descabellada y el clima. ¡Ah!, sí, Walter está convencido que llevo un calefactor dentro de mí. Cuando me ve, me avisa que hace frío, abro la puerta de vidrio y pruebo.
_ No, no hace frío Walter, es que tú estás quieto y encerrado. Me abre el portón de rejas.
_Que tenga buen día.
Sonrío. Todo va a ir bien.

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