jueves, enero 04, 2007

25_embarazado

Lunes 25 de diciembre 10:30. Camino con Josefina en la playa mientrasen casa duermen . Hay frente de tormenta, el horizonte está teñido de azul ocurro y las gaviotas posan sobre las rocas. No muchos se animan a venir a la playa con la amenaza de tormenta y Josefina de cuatro meses, no deja que nadie se me acerque, ladra a los intrépidos, no discrimina entre niños y mujeres, ancianos y embarazadas. Recostada en la arena, encuentro a Valeria con una panza de ocho meses, no la veía desde mis tiempos de movilera en un programa de radio. Hay una epidemia de embarazos. La hermana de Vivi tuvo una nena hace menos de una semana, una de mis primas vive la dulce espera hace cinco meses, Carola come doble hace dos meses, María Eugenia ya está por tener, la mujer del Guille espera un nene, Milagros, Sofía...y la lista sigue y luego me sorprendo conversando sobre las cualidades e inconvenientes de los nene y nenas. Josefina ladra y no nos deja terminar de deliberar sobre los nombres: Zoe, Sol, Lidia, Lusmina. La perra deja unas huellas enormes al lado de las mías, es una pequeña Hulk, con sus patitas extra large.
“En cada nacimiento se encuentra la luz de Dios”, dijo un niño de unos 7 años en el pesebre viviente del pasado domingo y no quedó mujer sin que se le iluminaron los ojos, desde la más erguida hasta la que cargaba un bebé en brazos.
Josefina salta encima de una gaviota y vuelve con la cola en alza. Ya tengo calor me voy al agua, José quédate acá. Ni bolilla, se tiró al agua.

P.d: La beba de Valeria nació con 3k 800 y la llamó Zoe.

P.d2: Ahora, en el jardín de casa, a unos metros, un ave de rapiña se está comiendo a una mariposa amarilla y negra, mientras José con 16 k, se entretiene comiendo las moscas que atrapa, sentada a mi lado.
P.d3: Me olvidé de Ama, lleva seis meses.

Esdrújulas

Hay quienes tienen memoria visual, otros auditiva o ninguna. Mi abuela de 84 años tiene la auditiva, se acuerda de los versos que le recitaba su hermana mayor, la “Nena” en su época de niñez-
Luego que le cayera el corcho, nos recitó uno de esos versos de la “Nena” que le ayudaba a hacer los deberes de la escuela cuando le pedían esdrújulas.

Tu eres un tóxico, mujer narcótica,
la furia erótica siento por ti.
Yo soy un lúgubre, joven romántico,
con un atlántico dentro de mí. Mujer esdrújula, sé tú la brújula de mi existir

jueves, diciembre 14, 2006

¡Por fin!

Nubarrones grises tapan el cielo del centro de Montevideo vaporizado. Huele a tormenta. Faltan unos minutos, adoro esos minutos previos. Un gorrión se esconde bajo el techo de un balcón. Truena. Huele a tierra mojada.
Llego a casa empapada.

P.d.Indicadores de lluvia: libélulas, atardecer entre nubes, aureola en la luna (a veces falla), el mar en bajante.

jueves, diciembre 07, 2006

El rey de las parolas

De pequeño Cortázar solía escribir en el aire las palabras, que según él, tenían un cierto dibujo, cierto color y melodía , y un valor mágico. Su conocimiento de la lengua se reflejan en las estructuras originales de sus cuentos. Desde su más tierna infancia desvinculaba las palabras de su utilidad pragmática y jugaba con ellas. “Roma” al revés, tiene un sentido distinto. “Dadle arroz a la zorra el abad” dicen la misma cosa. Él decía que era severo y muy riguroso frente a las palabras. “No escribir duro, pero sí ceñido, eliminando todo lo eliminable, que es mucho”.



La fascinación de las palabras se basa en entrevistas que realiza el uruguayo, Omar Prego Gadea a Cortázar, unos meses antes de fallecer en París.

Palabras deslizantes, traicioneras, esquivas y fascinantes


Hoy es uno de esos días que escasean las palabras. No fluyen. Involucrar, intervenir, espiar, mirar, no es eso lo que quiero decir. Encontrar la palabra perfecta que de cuenta de un modo preciso y exacto, sin rodeos, puede convertirse en un desafío desgarrador, NO ES ESA…tedioso, no, desesperante se acerca, pero tampoco, ayuda, ayuda, sinónimos en Word de desesperante: provocativo (sí, a mi inteligencia), vergonzoso (muy vergonzoso, querer la palabras exacta y no encontrarla), vegetativo (muy buena, vegeta mi almacén de palabras, pero no es la que quiero), escandaloso (una piedra en el zapato, pero el escándalo es interno, nadie se entera de mi incapacidad hasta que lo manifiesto verbal –¡¡¡maldita!!!- o físicamente). Es el colmo del que quiere escribir, es como si el peluquero se olvida de cómo cortar el pelo, absurdo, pero sucede. Debería existir un almacén, donde se pueda comparar palabras anti pérdidas de memoria. La memoria, otro problema existencial, es una atrevida, aparece cuando quiere y en el momento menos oportuno o innecesario aflora con todo su batería de data.
Es así, acertar con la palabra perfecta no es juego de niños, y en ocasiones, puede convertirse en un desafío….merda.