lunes, octubre 22, 2007

Marketing con foto

Saco una foto a la fachada de una casona derrumbada en Ciudad Vieja cuando oigo hablar a un hombre. Miro a la fuente de la voz que me entrega un folleto y me señala un angosto restaurante. Al ver a otros caminantes, desaparece con una sonrisa que le marcan las arrugas. Con el folleto del menú en la mano caigo en que no había almorzado. Debían ser las cuatro de la tarde. Sin mucha hambre entro en el local y pido una ensalada.
De las paredes cuelgan láminas de paisajes montañosos de Japón y bolas fruncidas de papel escarlata. La dueña, uruguaya, mientras pone los individuales y sirve la bebida, me cuenta de que se casó con un japonés. El martes abrió el restaurante.

El tipo que me entregó el folleto se apoya en la barra junto con un japonés. “Es cuestión de marketing: me acerco con una sonrisa, le entrego el folleto amablemente y le señalo el local. Es marketing, marketing”, le explica como un catedrático al de los ojos rasgados.
Entre fotos de funerales con comidas, fotos de avenidas luminosas, fotos de ceremonias con kimonos termino la ensalada y retomo a la actividad fotográfica.

Fui a hacer un trámite en Ciudad Vieja, por casualidad tenía la cámara y empecé a sacar fotos. Estuve de aquí para allá de la mañana hasta que no había sol.

P.D.: La imagen es la que estaba sacando cuando oí la voz el viernes-

2 comentarios:

eresfea dijo...

Qué entrada...
¡Muchas gracias!

El otro yo dijo...

De nada, aunque no entienda por qué.-