sábado, marzo 31, 2007

Cyber


Tuve que venir a un cyber por problemas con la conexión al infinito cibernético.
_Si Mateo los mata, yo los mato.
_No quiero ser terrorista, quiero ser policía, mirá paso Nacho.
_Diego sos una miérrrrcoles.
_ No sé ni con quien soy. Rodrigo, me pegas de nuevo y te fajo.
Cuatro liliputienses gritan excitados e hipnotizados frente a las pantallas de la computadora. Están conectados. No llegan ni a los 8 años y uno, casi no alcanza el teclado. Teclean, machacan fervorizados.
_Mateo vamos a cagar a tiros al que se aparezca.
_ ¿Ehh?
_Al que se aparezca, lo cagamos a tiros.
Busco desesperada los auriculares. Carpeta de música, Ricardo Montaner, regetón gasolina, cumbia, ¡¿no hay más?! O sea, escucho a los niños conjugar a gritos el verbo matar o me fundo en los chillidos de Ricardo Montaner.
_¡Ah no me maten, no me maten!
BASTA. La vocecita del más chico grita. Lo busco, tiene la frente arrugada, la pantalla se refleja en su rostro desesperado. ¿¿¿Dónde están los padres??? ¡¿Dónde está el volumen?! Escucho Montaner al máximo.
A mi lado, una pareja con más de seis décadas encima, escribe un mail. El tipo teclea una letra y mira la pantalla con los ojos desorbitados como un niño que se asusta ante algo nuevo, teclea y mira, mira y teclea, y los niños que no paran de teclear y gritar, gritar y teclear.


miércoles, marzo 28, 2007

Pies


Resulta imposible mantenerse callada ante tanta degradación. En la vida se debe denunciar los atropellos como el que comete la lengua castellana al adjudica sólo una sílaba a algo tan importante como son los pies. Los asfixiamos, los apretujamos dentro de los límites de un 37/38, dependiendo de la horma, sostienen nuestra masa corporal y soportan las inclemencias de los zapatos. Debería tener un nombre más rimbombante como piesioloxia o soportalina, tal vez no sean los mejores, pero tienen más sílabas, aunque lo bueno viene en frasco chiquito, mido 1,61. Hay que mimar a los pies, masajearlos y dejarlos que caminen por la vida, que conozcan lo malo y lo placentero de los pisos. Desde mi 1,61 clamo justicia y clemencia para los sacrificados pies.

Recuerdo


Eran las 6 de la tarde. Casi no se distinguían los árboles por la oscuridad. Caminaba contigo por el parque de Kensington. ¿De qué hablábamos? no me acuerdo, pero se nos pasó el tiempo casi sin darnos cuenta. Fuimos hasta la verja. El parque estaba cerrado. Pasaste por encima de la verja puntiaguda y entre las sombras apareció un hombre que en cockney te dijo algo como take care, o por lo menos eso es lo que entendí. El hombre no dijo ni hizo nada más. Me ayudaste a saltar. Cuando volvimos a escuchar el tránsito capitalino, tenías una mirada pícara, me preguntaste si había entendido lo que dijo el tipo. No, no lo entendí. Que tratara de conservar los huevos.
Con cariño,

sábado, marzo 17, 2007

Personaje andante, andante personaje, cantante anda y anda cantante

Llego tarde. Paro al 121. Abren las puertas y escucho a un barítono gastado cantar: Bésame, bésame mucho, como si fuera esta noche la última vez. Busco instintivamente la fuente de la música y encuentro la mirada de un setentón, casi sin dientes, que canta con los brazos abiertos en el fondo del ómnibus y, sin poder evitarlo, me sonrojo. Los rayos del Sol se cuelan entre los nubarrones. Molto piccere, me dice el cantante mientras se despide con el gorro, y sin poder evitarlo, le sonrío. Siento la respiración de la anciana sentada a mi lado, en el asiento de maternidad, que acerca tanto su mirada que veo en primerísimo primer plano los surcos de sus arrugas. Se cierran las puertas como los toldos del teatro y el barítono desaparece con su gabardina y maleta en perfecto estado, y en mi mente resuena Bésame, bésame mucho...

miércoles, marzo 14, 2007

Adelantados


A mediados de noviembre me quedé pasmada al escuchar a una nena de rizos rubios cantar: We wish you a Merry Chrismates, We wish you a Merry Chrismates, and a Happy New Year. ¡En noviembre!, recién me reponía de la fiesta de Halloween. La nena sentada en el changuito del supermercado no estaba tan alejada de la realidad de los shoppings y los supermercados. Lo oscuro y tenebroso de Halloween con las telas de arraña, las calaveras y las calabazas desapareceron mágicamente por árboles artificiales, nieve de plástico y bolas rojas de la Navidad.

Tras la zafra del comienzo de clases, con túnicas, cuadernos, lápices de colores colgando en cada góndola, los supermercados se trasformaron en huevos de Pascua de todos los tamaños. Hace una semana, acudí al supermercado para abastecer mi heladera y cuando desprendí los ojos de la lista de compras, me sorprendieron los huevos ya prontos. Los supermercados siempre listos (me encanta lo de “siempre listos”, me hace acordar a pies cortos vestidos con shores verdes y no puedo evitar pensar en el mundo de la hamburguesa con el “me encanta”, en fin). Tienen huevos para todos los tamaños y gustos del consumidor: chocolate amargo, chocolate blanco, chocolate con almendras, con sorpresa de confites, de caramelos, de gomas de borrar.

Foto:
¿No es hermosa?
La encontré en
http://fogonazos.blogspot.com/ que descubrí gracias a un link de eresfea.
Una mampara los separa.

¡Pica!


Los cascarudos abandonaron la ciudad rochense por las playas glamurosas de la costa uruguaya. Cansados de los incomprensibles hippies chic que pululan las playas rochenses, ofendidos por el ataque de los insecticidas y celosos del protagonismo robado por la visita del dengue imperialista, decidieron tomarse licencia de la conquista a las tierras tuteantes y descansar en las playas de Punta. Los coleópteros sufrieron cuantiosas bajas entre sus compañeros de casco negro. Se puede observar a los sobrevivientes en la orilla del mar, desestresándose y bronceando su caparazón al sol.
Especialistas en los comportamientos cascarudenses opinan que la presencia de estos insectos en las playas puntaesteñas responde a una decisión colectiva de suicidarse con glamour, debida a los intensos días de tormenta que azotaron estas costas perdidas de América del Sur. Los cascarudos avanzan en procesión hacia el mar, las olas los arrastran hasta la orilla y quedan patas arriba. En torpes movimientos, vuelven a poner sus patas en la arena y retoman su trágico designio. Los supervivientes, frustrados por su incapacidad de suicidarse, se embriagan por las noches con monóxido de carbono bajo el alumbrado público de la rambla, junto a las estaciones de servicio.
Los únicos que se compadecen de estos insectos son la plaga oriunda de las mismas tierra brasileñas: los pastores de Pare de sufrir. Estos portuñol-hablantes creen en la teoría del suicidio colectivo y no en la de la juerga vacacional, por lo que apoyan a sus hermanos. Les extendieron un gran manto de descarga con pequeñas bombillas amarillas, con el fin de exorcizarlos de sus demonios. Los pastores no quieren competidores en su afán expansionista de la fe; temen las secretas intenciones de los escarabajos. Los dirigentes de Pare de sufrir encontraron en un sitio web (zona mística.com) que los escarabajos entre 2055 y el 1650 AC, en Egipto representaban un dios solar y creador y no fuera cosa que implantaran un nuevo culto: el del escarabajo.
Altos jerarcas militares de Uruguay revelaron una posible nueva invasión de cascarudos. Según informan los jerarcas, llegará en estos días, con acciones más violentas: pretenden vencer en número, cansar con su molesta presencia y zumbido, e introducirse en los orificios nasales y auditivos de los humanos.
Nadie sabe qué es lo que quieren o qué los atrae. La cuestión queda planteada: ¿padecer o combatir? ¿Conviviremos con los cascarudos, o viviremos a oscuras? Por lo pronto, los padres descansan de sus hijos, que se entretienen contando escarabajos. Pica.

P.d.:
Los escarabajos pasan, pero los mosquitos de patas finas son intolerables, es el único ser vivo que no siento lástima en aplastar, si me pican, sino los alejo. ¡Cómo pican los desgraciados! Estos mosquitos lograron tal protagonismo que ya no se habla de otra cosa y las góndolas con los insecticidas se vacían. Otra plaga.

lunes, marzo 12, 2007

¿Escarabajos o cascarudos?

La invasión de los escarabajos se trasladó a las playas de Punta. Estos insectos cansados de las playas hippie chic rochenses buscan desestresarse con el glamour puntaesteño. Desde el domingo se las puede ver en las orillas de la Mansa. Josefina, mi pequeña Hulk, se atoró con uno de ellos en la tarde del domingo. Luego, como venganza, las pisaba con sus pequeñas patitas extra large. Toda una dictadora.

Ampliaré este post mañana.