miércoles, mayo 16, 2007

Equilibrista


Siempre tuve una confianza impulsiva en mi equilibrio. No sabía escribir patines, cuando ya los usaba. Iba al jardín de infantes. En la misma época andaba en bicicleta sin rueditas y caminaba por el jardín con los tacos de mi madre. Ahora no camino por las ramas de los árboles, pero busco el equilibrio con el entorno y con los demás. El desafío de enocntrar el OM es mayor con las personas que con la naturaleza. Ahí pueden detectar deslices de autismo. Al encontrar el equilibrio con el otro, más allá de los riesgos que se pueden correr, como ser mordida por un chimpancé hambriento, se logra ser, inevitablemente, una mejor persona, a pesar de que se busque ser mala, porque los malos, más allá de lo que digan, son afortunados.
Me voy a comer.

2 comentarios:

Teresa Pérez del Castillo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Teresa Pérez del Castillo dijo...

Qué filosófica que estamos... ¿tendrás alguna filosofía de la moda?