miércoles, enero 30, 2008

CA-un -MI-dos-NOS-tres pasos sensibles


Ayer visité a Violeta, una amiga que el corazón le está jugando una mala pasada: una arteria tapada. No esperaba esa noticia. Caminé y caminé y me perdí en los pensamientos. Las piernas caminaban y los pensamientos iba de aquí para allá.
Hoy tuve que hacer un trámite encomendado en Ciudad Vieja. Caminé hasta allí. Encontré a Pablo, un conocido argentino que buscaba donde comer. Caminamos. Él se fue a comer y yo a comprar un timbre profesional. Y sí, fueron más de tres pasos.

2 comentarios:

eresfea dijo...

Cuando se empieza con los pasos, no se puede parar...

El otro yo dijo...

No, no se puede.